Efectos del 11-S en la economía estadounidense

 

El 11 de septiembre de 2001 fue un día que cambió la historia de los Estados Unidos para siempre. Un ataque terrorista dirigido por Al Qaeda llevó a cabo ataques coordinados contra el World Trade Center en Nueva York, el Pentágono en Washington DC y el Campo Aéreo Shanksville, Pensilvania. Estos ataques fueron los primeros en su tipo y marcaron un punto de inflexión en la historia económica de Estados Unidos. El ataque terrorista al World Trade Center provocó una gran destrucción material y humana, estimaciones conservadoras señalan que el número de muertos alcanzó casi 3.000 personas, pero también dejó un profundo impacto en el ámbito económico.

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Las pérdidas monetarias causadas por el ataque alcanzaron los billones de dólares con una estimación de casi $10 billones. Esto tuvo un efecto inmediato en el mercado bursátil estadounidense, ya que el índice Dow Jones cayó un 7,1% el mismo día del atentado. Esto se tradujo en una pérdida de casi 1.400 puntos bursátiles en la sesión de ese día. La fuerte caída del PIB se debió a la reducción de la inversión en el sector privado, la reducción del gasto en el sector público y el aumento del gasto en el sector militar. Los sectores manufacturero y de servicios también sufrieron una caída debido a la menor demanda de productos y servicios, debida a la reducción de la confianza de los consumidores, que resultó en un menor gasto.

Como mencionamos antes el gasto militar se vio aumentado debido a la necesidad de los Estados Unidos de aumentar la seguridad nacional. Esto condujo a una reducción de los fondos destinados al gasto social y al desarrollo económico, ya que el gobierno tuvo que recortar el gasto en estas áreas para poder financiar sus actividades militares. Además los impuestos aumentaron haciendo caer el crecimiento económico y el consumo.

Por otra parte, el atentado también provocó una gran inestabilidad en el mercado financiero, lo que llevó a una fuerte caída de los precios de las acciones y consecuentemente a una gran volatilidad en los mercados.

Además se produjo una reducción de la inversión extranjera en los Estados Unidos, que se debió a una mayor inseguridad económica, así como a las nuevas leyes de inmigración, lo que desembocó en una disminución del empleo y una reducción en los ingresos así como un aumento en los costos de exportación para EEUU.

Sin duda el 11-S marcó un punto de inflexión en la historia económica de Estados Unidos. El ataque terrorista provocó una gran pérdida de vidas humana así como una gran destrucción material, pérdidas monetarias, un aumento en el gasto militar y una gran volatilidad en los mercados. Estos cambios tuvieron un impacto significativo en la economía estadounidense y cambiaron la forma en que se veía la economía.