"Los Pobres se ayudan a sí mismos": "La Carga del Hombre Blanco" de William Easterly

 Amaretch; El nombre de una niña de diez años que ha tenido que cambiar el peso de libros y una mochila por el peso de ramas y hojas de eucalipto que lleva al centro de la ciudad para poder cobrar una mísera cantidad de dinero y ayudar a su familia. 

Easterly, el autor de "La Carga del Hombre Blanco", comienza su libro contándonos la historia de esta chica, y procede a discutir las razones por la que Amaretch, y muchos niños más, están es su situación a pesar de que se destinan miles de millones de euros para ayudar a los países pobres.

El autor comienza el libro separando a los planificadores y a los buscadores. Expresa que los planificadores son ineficientes con la ayuda que proporcionan debido a que establecen objetivos generales y que le proporcionan dinero a los gobiernos, y que habría que pasar el poder a los buscadores, que establecerán objetivos concretos para mejorar la vida de las personas.

El autor habla sobre la importancia de la retroalimentación y responsabilidad. Easterly define la retroalimentación como la información que dan los destinatarios de la ayuda sobre los resultados que esta aportando, y la responsabilidad es lo que se hace con esa información.

En el libro, Easterly critica los "grandes planes" de los planificadores, y muestra una gran cantidad de datos reforzando el hecho de que estos planes son ineficientes. Desmiente el concepto de que los países pobres están atrapados en una trampa de la pobreza, y habla sobre las intervenciones de los países ricos en los países pobres, ya sea militarmente o económicamente, y como estas llegan a afectar negativamente a muchos países. 

Cuestiona constantemente los planes de occidente, insistiendo que deberían centrarse más en ayudar a la población directamente en vez de darle el dinero a los gobiernos y no tener información de como se está utilizando. 

Easterly sostiene que para que en el futuro la ayuda funcione, hay que pasarle el poder a los buscadores,  que hay que trabajar con la retroalimentación y la responsabilidad y que los países tienen que cooperar entre ellos para que la ayuda pueda lograr su función, que es ayudar a los pobres, y no a los gobiernos. 

El libro de Easterly nos ofrece una perspectiva nueva en cuanto a la ayuda. El que el poder se pase a los buscadores supone un giro tremendo para los organismos de ayuda internacionales, pero puede que hasta funcione, y se podría hacer la vida de una persona un poco más fácil.