El desastre de 1898: El Fin de la Dominación Española y el comienzo de la expansión estadounidense

La Guerra de Independencia de Cuba fue una guerra de liberación librada entre 1895 y 1898. Fue una guerra de resistencia contra la colonización española, que se libró entre el ejército español y los patriotas cubanos liderados por el máximo líder de la insurgencia, José Martí. La guerra culminó con la entrada de los Estados Unidos en 1898 y la derrota de España. Como resultado tuvo un impacto importante en la economía mundial y fue uno de los eventos que dio lugar a la expansión del poder estadounidense a nivel internacional.

En 1895, los cubanos se rebelaron contra el gobierno español, liderados por José Martí. Esta rebelión se conoce como la Primera Guerra de Independencia de Cuba. El ejército español fue derrotado por los cubanos en la Batalla de Las Guásimas. Tras el éxito inicial, los españoles contrataron a cientos de mercenarios para reforzar sus fuerzas. Esta nueva presencia militar provocó una oleada de violencia entre los cubanos y los españoles.

Los cubanos siguieron resistiendo durante los siguientes años, luchando en todas partes de la isla. Esta resistencia se vio reforzada por el apoyo de los Estados Unidos, que se convirtió en el principal aliado de los cubanos. Las tensiones entre España y Estados Unidos ya se remontan a la década de 1830, pero fue finalmente el 25 de abril de 1898 cuando Estados Unidos declaró la guerra a España después de que el acorazado estadounidense USS Maine explotase en el puerto de La Habana. Esto se debió a una falla de construcción o a un acto de sabotaje, pero el incidente fue ampliamente utilizado por los estadounidenses para justificar su intervención militar.

Foto del hundimiento del acorazado estadounidense USS Maine (más información aquí)

Durante la guerra, Estados Unidos envió una flota naval a la isla para bloquear la costa. Esta flota también fue utilizada para atacar los puertos españoles. Mientras tanto, los estadounidenses enviaron tropas a tierra para enfrentar a las fuerzas españolas. Estas fuerzas estadounidenses se unieron a los patriotas cubanos para luchar contra las fuerzas españolas.

Finalmente el 10 de diciembre de 1898, España firmó el Tratado de París con Estados Unidos para poner fin a la guerra. El tratado estipulaba que España cedería sus colonias de Cuba, Filipinas y Puerto Rico a Estados Unidos. Estados Unidos se comprometió a no anexionar Cuba y a permitir que los cubanos eligieran su propio gobierno.

En cuanto a las consecuencias de esta guerra, su comienzo fue un desafío para la economía española. La isla era uno de los principales mercados de exportación de España, y la guerra interrumpió el flujo de productos y de divisas. Además, España tuvo que gastar enormes cantidades de dinero en el esfuerzo bélico, lo que aumentó su endeudamiento y empeoró su ya precaria situación económica.

Por otro lado, la guerra de Cuba también tuvo un impacto en la economía estadounidense. Aunque Estados Unidos oficialmente mantuvo una posición de neutralidad durante el conflicto, muchas empresas estadounidenses proporcionaron armamento y suministros a los insurgentes cubanos. Esto generó importantes ingresos para estas empresas y contribuyó a un aumento del comercio y de la producción en Estados Unidos.

Además, la guerra jugó un papel importante en la expansión del poder estadounidense a nivel internacional. Como resultado de su intervención en el conflicto a favor de los insurgentes cubanos, adquirió Puerto Rico, Guam y las Filipinas como colonias, lo que aumentó su influencia global y sentó las bases para su posición como una de las principales potencias mundiales.

En resumen, la guerra de Cuba tuvo un impacto significativo en la economía mundial. Afectó a España y a Estados Unidos de maneras diferentes, y fue un factor importante en la expansión del poder estadounidense a nivel internacional.