El gran impacto del cambio climático en la economía
El cambio climático no es únicamente una amenaza para el
planeta y las personas, también lo es para la economía mundial. Se trata de un
problema que requiere de la colaboración entre el sector público y el privado
para cambiar el modelo productivo hacia otro que garantice e impulse el
desarrollo y el crecimiento económico sostenible.
Las olas de calor reducen considerablemente la capacidad de
trabajo y la productividad. Los huracanes, ciclones y tifones afectan a millones
de personas, dejándolas en la más absoluta pobreza tras arrasar poblaciones. Y,
las sequías reducen las cosechas, dificultando cada vez más la tarea de
alimentar a la población mundial. El Banco Mundial advierte que si no se
adaptan medidas de carácter urgente los impactos del cambio climático podrían
empujar a la pobreza a 100 millones de personas más en 2030.
De acuerdo con este informe, para construir un modelo de
crecimiento más resiliente y beneficioso para las personas hay que acelerar la
transformación estructural en cinco sectores económicos clave: desarrollos
urbanos más inteligentes, sistemas de energías limpias, gestión inteligente del
agua, uso sostenible de la tierra, y economía circular industrial.
Profundizaremos un poco más acerca del último concepto
mencionado. Hoy, el 95% del valor del material de embalaje de plástico se
pierde tras el primer uso. Políticas que fomenten un uso más circular y
eficiente de los materiales podrían mejorar la actividad económica mundial y
reducir los desechos y la contaminación.
Al mismo tiempo, la Comisión Mundial sobre la Economía y el
Clima insta a los líderes del sector público y privado a tomar una serie de
medidas de carácter urgente en los próximos dos o tres años: obligar a las
empresas a divulgar los riesgos financieros relacionados con el clima, fijar un precio al carbono, acelerar la inversión en infraestructura sostenible,
aprovechar al máximo el poder del sector privado potenciando la innovación y
avanzando en la transparencia de la cadena de valor, y adoptar un enfoque
centrado en las personas para asegurar un crecimiento equitativo y una
transición justa.
Desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se señala
que aún no es tarde para revertir el cambio climático y minimizar sus terribles
impactos. Y lo cierto es que la humanidad tiene hoy día la capacidad
organizativa y tecnológica para compensar y restituir todos los daños causados
al planeta, y reconciliarse nuevamente con la naturaleza.
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